Comunicándonos

Comunicándonos. Comunicándonos.Comunicándonos. Comunicándonos.

domingo, 26 de agosto de 2012

Aprender a ser Solidarios


26 de agosto:Día Nacional de la Solidaridad

Aprender a ser Solidarios (Primera Parte)

Del libro COMUNICACIÓN , UNA DANZA PARA MEJORAR NUESTRAS RELACIONES. LAURA BARRERA. EDITORIAL BRUJAS. 2006. PRÓLOGO CLAUDIO MARIA DOMINGUEZ.


¿Se aprende a ser solidario? ¿Para qué es importante la solidaridad?
Ser solidario es un acto de amor puro. Implica ayudar sin expectativas de recompensa. Es el servicio al otro, que está presente en todas las religiones, cada una des­de su propio dogma.

Es acción. Dar al otro una mano para que pueda atra­vesar su camino de manera diferente. Ayudándolo, no ha­ciendo por él. Como dice el famoso proverbio “Dando la caña de pescar y no el pescado”.

La indignación, la lástima, la bronca o la simple con­templación de los problemas no alcanzan para generar un cambio en la situación que atraviesan otros. Ser solidario implica que cuando surja el sentimiento de compasión, estemos dispuestos a hacer algo. Dispues­tos a colaborar hombro a hombro, aún cuando creamos que lo que cada uno hace no alcanza para que los problemas del mundo o de nuestro país se terminen, o pensemos que la otra persona nada tiene que ver con nosotros.
No somos seres aislados, individuos independientes del resto del mundo. No somos islas, somos una “gran ca­dena de infinitos eslabones” que nos unen a nuestra fami­lia, nuestros vecinos, nuestra comunidad, nuestro país, nuestro mundo. Y también nos une a las generaciones que nos precedieron y a aquellas que nos seguirán.

Lo que hagamos influye en cada uno de los eslabo­nes. Podemos coordinar esfuerzos, formar opinión con otros. Podemos multiplicar nuestras voces y nuestras ma­nos. La gente puede unirse y lograr resultados extraordi­narios.

 Desde el uno a uno, se pueden lograr maneras dife­rentes de actuar y de “ser junto a otros”.
Basta con ver a un Gandhi enseñando y practicando la no violencia, o a la Madre Teresa poniendo su amor en acción.

Ser solidario implica dejar de lado la indiferencia, la apatía y el escepticismo. Implica jugarse por una realidad diferente que todos podemos construir, en la cual siempre podamos contar con otros y los demás siempre puedan contar con nosotros.

La mayoría solemos sentir miedo y desconfiar a la hora de participar o de ser solidarios. Casi nadie confía en el poder que cada uno tiene de transformar la realidad.  No confiamos muchas veces en la fuerza transformadora que podemos lograr.

Quizás llegó la hora de dejar de esperar y dejar de mi­rar hacia afuera. La verdadera transformación proba­blemente está adentro de cada uno de nosotros y es responsabilidad de todos y de cada uno salir adelante creando y aprendiendo la solidaridad.

A ver si de una vez por todas podemos encontrarnos en nuestro país en un lazo de unión y de compromiso com­partido como hasta ahora no lo hemos hecho. No podemos salir adelante si no sentimos la comunión con el otro.  Si el de al lado es visto como un enemigo, un competidor, un extraño.

Existen grandes puentes de solidaridad en la Argen­tina, muchas veces anónimos, silenciosos. Lo hemos de­mostrado reiteradamente. Pero voy un poquito más allá. Hablo de puentes más cotidianos. Esos deben multiplicarse si queremos lo­grar verdaderos cambios, encontrar alguna vez soluciones a nuestra crisis. Debe ser una gran cadena de solidaridad cotidiana.

Confío y creo firmemente en la capacidad de amor de nuestra gente.

Y todo puede empezar hoy: en su casa, en su trabajo, con sus vecinos, en su barrio. ¿En qué puede colaborar hoy con otros, en qué puede ayudar?


Quienes quieran sumarse a una acción solidaria los invito a hacerlo en el grupo @todos juntos por un hermano toba en el facebook. O a cualquier grupo o acción que resuene en su corazón!