Almas Gemelas
Segunda parte:
Los dos supimos que ese no había
sido un sueño… Que allí habíamos estado. Nuestra alma lo gritaba. Intuíamos que
estábamos cumpliendo con el pacto de regresar juntos alguna vez.
Navegamos por el tiempo…viajeros de
dimensiones inexplicables, de hechos incomprensibles. Nuestra alma comprendía
perfectamente. Tenía certezas que nuestra razón no compartía.
“Dios jugó un juego con muy pocas piezas…o con solo
dos jugadores… o quizás todo esto también es parte de nuestro propio juego”-
decía nuestra mente escéptica.
Cuando le pregunté a mi corazón,
él me explicó: Las almas vuelven juntas para aprender. Lo hacen del amor, del
desamor; de desafiar los miedos, de no poder desafiarlos; de la cercanía de los
cuerpos y de su lejanía. Aprenden de estar juntos, pero más de la distancia…
Y esas almas, que tanto se
enseñaron, que tanto recorrieron, que tanto se amaron deciden continuar juntas el viaje.
Deciden vivir y revivir la unión una y otra vez, para ayudar en el
camino de la evolución….
Adivinarse pensamientos,
comunicarse sin palabras, intuir al otro aún sin verse, sentir algo especial
hasta con la mirada, era lo común… ”Es solo amor”- nos decían todos. Sabíamos
que no era “solo “ eso. El amor ocurre de mil maneras. Pero ésta no era una
más…y quizás, era demasiado fuerte para sostenerla en el tiempo.
Quizás fue difícil resistir la lucha
de una mente buscando comprender lo
inexplicable…y todo se diluyó en un instante.
Cuando desperté, él ya no estaba
a mi lado…No sé si todo fue un sueño… No sé si realmente ocurrió. No sé si
alguna vez él existió…
Mi alma siempre intuye su
presencia, espera su llegada de nuevo…Quizás en la próxima vida, quizás en otro
sueño, quizás en otra persona…
Almas gemelas, repite mi cabeza
sin comprender y llora. Almas
gemelas, repite mi corazón. Y él sonríe emocionado…
Laura Barrera.